Esta mañana al despertar leí algo que me tranquilizó el alma y la vida, ¿cuántas veces te preguntas por qué no sale un plan como lo imaginas? Muchas veces yo me ponía en modo víctima creyendo que algo estaba en mi contra, mis relaciones amorosas fallaban, mis amigos no eran amigos, mi sentido de vida estaba sumamente lejos de mí y bueno, mi vida no parecía ir muy bien que digamos, y es en ese momento cuando nos preguntamos ¿por qué a mí? Nada parece tener sentido.
Sé lo que estás sintiendo, que algo no funcione por más que quieras, por más que te esfuerces, que no fluya cuando tú piensas que debería. Estás frustrada, triste, enojada y puede que hasta decepcionada.
No te mentiré, estas pocas semanas quería volver al papel de víctima, ¿por qué tiene que acabar el mejor capítulo de mi vida? ¿por qué todo cambia tan rápido cuando mejor me la estoy pasando? ¿por qué me aleja de personas que quiero? ¿por qué debo de regresar? Eso pasa muchas veces en los viajes, comienzas a explorar y te das cuenta que te la pasas muy bien, que eres alguien mejor, que por fin crees que tienes un nuevo inicio, pero pronto se evapora y te regresa a tu realidad.
Fue en ese momento de enojo, frustración y tristeza que quise hacerlo diferente, quise hacerlo mejor. Uno de los autores que más admiro dice lo siguiente👇🏼 👇🏼
Nos aterra tanto el cambio, debo confesar que me incluyo ampliamente, me aterraba mucho el cambio, quería que todo permaneciera igual para siempre, que nada interrumpiera lo bueno que me pasaba, porque sí, analicemos, solo queremos que se mantenga lo bueno, porque lo malo queremos que desaparezca, ¿verdad? Bueno, en ese descubrimiento fue donde todo mejoró, al leer lo siguiente que te voy a compartir, me permitió que Dios interviniera en mi vida sin cuestionarlo, sin juzgarlo, sin quejarme.
Lee el siguiente párráfo con mente abierta, tranquilidad y sobretodo con ganas de liberarte de tanto dolor.
Imagina que terminaste alguna relación que amabas mucho, o tal vez ese proyecto no salió como esperabas, o quizá te viste forzada a tomar una decisión que no querías, perdiste a alguien, tu salud no está bien del todo, tu economía te estresa, bueno, en general cualquier situación que te quite la paz ahora.
Una vez que tienes presente eso que te perturba, lee lo siguiente:
«Respira, supongamos que estás siendo guiada por un gran poder, un poder que no tiene explicación pero sí mucho impacto en tu vida, ese poder no lo podemos cuestionar, él sabe perfectamente lo que hace y porqué lo hace.
Todos los cambios en tu vida tienen un objetivo, ayudarte a ser más feliz y más exitosa en el futuro. Este gran poder creó un gran plan para avanzar hacia el cumplimiento de tu potencial, a medida que te adaptas, te ajustas y respondes de manera efectiva al cambio, puede ser exactamente lo que necesitas para llegar a ser más y más de lo que realmente eres capaz de llegar a ser».
Cuando yo leí esto me cambió por completó el panorama de mi vida, entendí por primera vez que algo superior a me estaba guiando a mi mejor versión y que, para poder alcanzar lo que sueño, cerrar ciclos y avanzar era lo más importante, ya que con ello me hacía mejor, me hacía más fuerte.
Ya no te aferras, poco a poco todo lo dejas fluir, lo dejas ser, ya no cuestionas el porqué acabo sino agradeces que eso haya estado aunque sea por un periodo breve en tu vida, eres más flexible, ya no te quejas, ahora respiras, quizá lloras y avanzas. No es fácil, me ha costado muchos años de instrospección y de hecho, sigo en proceso en fluir en muchas áreas de mi vida, pero cuando respiramos y nos detenemos por un segundo, de pronto entiendes que así debía ser y te liberas.
He comprobado a lo largo de mi vida y estoy segura que tú también lo harás que cuando algo no sale como tú querías, pasado el tiempo, ya con más serenidad y sabiduría, regresas a lo que te aferrabas y te das cuenta que eso que no querías dejar ir era lo único que te hacía falta para llegar a este punto de tu vida, gracias a eso creciste y tu vida empezó a ir mucho mejor.
Es gracias al dolor del cambio que nos damos cuenta que ese poder superior tenía razón, ese capítulo tenía que terminar para empezar otro mejor, más lleno de vida y contenido. Me siento muy agradecida con todos esos capítulos (que en su momento dolieron más de lo que te imaginas) que terminaron quizá no como quería pero sí como necesitaba, sin ellos, no sería lo que soy ahora y no tendría tan claro a dónde voy, quién soy y quién quiero ser.
Sin ellos no hubiera tomado el control de mi vida y no sería tan responsable como soy ahora de mí y mis decisiones. Gracias poder superior, sé que todo lo haces perfecto, que no te equivocas, que eres tan sabio, no cuestionaré, no me quejaré, simplemente haré lo que me corresponde y dejaré que tú hagas el resto.
Esta vez decido confiar…
