Escribo y de pronto ya estoy viendo vídeos. Escribo y me llega un mensaje inesperado. Escribo y de pronto ya estoy mirando reels. Escribo y mi mente no deja de pensar en todo lo que debo hacer. Escribo y me pierdo una vez más.
Estamos viviendo en un mundo saturado de información y estímulos que demanda lo único y más valioso de nosotros, tiempo. A esto no solo lo dejaría en tiempo, sino también le agregaría energía, las dos fuentes finitas que tenemos, ¿y por qué finitas? Bueno, tan solo trata de regresar a ese momento que te llenó el alma, trata de abrazarlo para no perderlo, trata de retenerlo, ¿puedes? Porque yo no.
Parece que nuestro tiempo y energía está disponible para todo, para todos. No me malentiendas, todas podemos hacer lo que deseemos con estos dos regalos de Dios, sin embargo, lo que yo trato de transmitirte es el hecho que algún día lo perderás, dejará de existir, dejará de suceder porque simplemente partiremos de esta realidad para tal vez, pasar a otra y es ahí donde te preguntarás, ¿qué hice con él?
La razón de volvernos conscientes referente a esto es aprender a destinarlo a lo que realmente nos llena, nos impulsa y nos hace crecer.
Si te contara cuántas veces me arrepiento de haber regalado estos dos objetos finitos seguramente te arrepentirías conmigo. Regalaba mi tiempo y energía a personas que no merecían ni un segundo de mí, a un trabajo que solo me hacía ver cómo pasaba mi vida frente a mis ojos, a proyectos que solo me alejaban de mi propósito, a eventos sociales que no me hicieron vivir más que el momento. Derroché más de cinco años de mi juventud en banalidades que al día de hoy me pregunto, ¿por qué no los aproveché más? ¿por qué no lo destiné a algo realmente importante y significativo para mi ser? ¿por qué me perdí tanto? Damn, esas preguntas aún duelen.
Si aún estás en tu juventud de todo corazón deseo que no desperdicies tus regalos, que aprendas las lecciones antes que yo y destines tu energía y tiempo a lo que realmente importa, a lo que realmente te transforma. ¿Y qué es lo que realmente importa? Principalmente diría eso que te hace sentir plena, feliz y realizada, y sí, tú sabes qué es y si no lo sabes, deberíamos destinar esos recursos a descubrirlo; en mi caso, tan solo me pongo a analizar qué hubiera pasado si hubiese empezado a escribir desde hace cinco años, ya sabes, crear mi blog, subir contenido, conocer lugares, destinar mi dinero a viajar y no en fiestas absurdas, o quizá a invertirlo en algo mucho más significativo. Cinco años que en los cuales, quizás hoy todo sería diferente para mí…
A veces crecemos creyendo que viviremos toda la vida, que esto será eterno y que el tiempo no pasará, pero sorpresa, el tiempo pasa y pasa mucho más rápido de lo que imaginé. Los días son como segundos y mucho más si vives inconsciente, envuelta en tu rutina sin emoción y soñando con alguna vez con ser libre. Si yo hubiera destinado estos cinco años a crecer como nunca, puede que mi historia sería otra, pero no sucedió y no me lamento más por ello, de hecho, veo mi presente y pienso:
Definitivamente cambiaría mis enfoques, mis intereses, mis pensamientos y mis acciones todo con el propósito de transformar mi vida en una mejor, esa humana mía, es la única forma de trascender si realmente quieres salir de donde te encuentras, re-direccionando tu tiempo y energía. Evita seguir regalando lo que eres, no todo ni todos merecen en quién te estás convirtiendo, de hecho, yo diría que lo único que merece eso tan valioso son tus metas y objetivos, en quién sueñas convertirte, en quién deseas ser. Ahora que estoy del otro lado y veo mi vida del pasado, claramente destinaría todo eso a este propósito que hoy tengo pero que sí, no lo sabría si no hubiese atravesado cada uno de esos momentos, por eso no juzgo ni me lamento, porque sé que todo tiene su razón de ser.
Tal vez por eso estás leyendo esto, porque quizá trascender esas banalidad es más fuerte que quedarte, llego ese momento que sabes que algo debe de cambiar, que ya no puede seguir igual. El enfoque que tienes ahora de tu vida ha evolucionado y es tiempo que escuches a esa intuición que te trajo hasta este momento, no lo ignores más. No quiero que repitas la misma historia que yo, que pierdas años valiosos de ti por nada, y que sí, quisiera recuperar esos cinco años que «perdí», pero que a pesar de todo, hoy estoy muy agradecida porque me di cuenta a tiempo, aún tengo algunos años de ventaja, no fue demasiado tarde para mí y tranformandome es mi forma de agradecerle a Dios por el tiempo que aún tengo.
Ahora bien, si crees que ya es demasiado tarde para ti te diré algo: en diez años mirarás atrás y dirás «aún estaba joven, ¿por qué no lo intenté? ¿por qué no empecé de cero conmigo?» Y te lo digo por experiencia, gente muy cercana a mí, en esas pláticas profundas se pregunta el porqué no lo intentó con treinta y tantos años (si aún era tan joven), ahora están casi rozando los cincuenta y su filosofía es: «lo hago porque no quiero cometer el mismo error de hace diez», y así es la vida, siempre miramos atrás y nos damos cuenta que podíamos haberlo intentado a cualquier edad, el punto es destinar tu tiempo y energía a lo realmente importante, tus sueños.
Y si llegaste hasta aquí, que las experiencias de otras humanas como tú no permitan que sigas regalando un segundo más de ti en eso que te filtra, sino más bien empezar a destínarlo a eso que te llena.