Eso fue justamente lo que pensé esta mañana, es increíble lo desconectadas que estamos de todo, lo alejadas que nos encontramos de nuestro propio ser, decimos ser una con el Universo, pero en el fondo estamos muy perdidas respecto a casi todo. Me llena de nostalgia ver como en los últimos años de mi existencia he vivido bastante inconsciente, dormida como yo le digo, y es que vivimos tan rápido que no nos damos la oportunidad de escuchar esa voz que susurra “aquí estoy”. Tu espíritu te susurra que es posible, solo eso diré.
En esta última semana hablé de tres templos que son fundamentales para comenzar nuestra transformación, es un hecho que cada uno tiene su nivel de complejidad y aunque ninguno es mejor que el otro, sí existe una interconexión profunda. Este último templo para mí es una incógnita porque es el más profundo, ¿cómo puedo mostrarte lo que veo y siento? Es casi imposible hacerte vivir mí mismo dolor o experiencias, porque, aunque vivamos el mismo evento, nuestro sentir lo contará de una manera totalmente diferente y eso es lo interesante de este nivel.
Saber que partimos de un ser físico hace las cosas un poco más complejas. Desde que tengo memoria, hemos crecido condicionados a nuestro entorno, se nos dice que hacer y que no hacer, nos siembran en nuestra mente los patrones que seguiremos a lo largo de nuestra vida, como si fueran virus aceptados, no dudamos, no cuestionamos solo seguimos y ahí es donde todo empieza mal.
Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana
Si te dijera que dentro de todo este mundo hay más de lo que tus sentidos pueden percibir, ¿me creerías? Yo aún estoy en proceso, y es que, ¿cómo eliminar lo aprendido? Me parece muy compleja la forma en la que adquirimos información mientras más grandes somos, porque, acorde al Dr. Joe Dispenza, nuestro sistema de creencias ya está predeterminado, es decir, cuando aprendemos algo lo comenzamos a memorizar para que en un periodo corto ya lo hagamos de forma automática, evitando así, gastar energía, por ello que es tan complejo modificar un hábito.
Cuando aprendemos algo en automático, poco a poco nos volvemos inconscientes de ese mecanismo, a mí me pasa mucho cuando manejo, algunas veces sin darme cuenta ya llegué al lugar, no supe cómo, solo sé que estaba en el punto que debía estar y es que, ahorrar energía es vital, pero, en los últimos días aunque ya sé cómo manejar, me volví consciente de cómo lo hago y aunque suene raro, me costó más manejar volviéndome consciente, entre saber en donde frenar y en donde acelerar, mi mente me bloqueaba de una forma extraña, volvernos conscientes es raro.
El espíritu es el tercer nivel del juego
Para mí, el templo de la mente y del cuerpo son sumamente importantes y tienen su grado de complejidad, sin embargo, el templo del espíritu es el más retador para mí, ya que a través de él conectarás a otras dimensiones fuera de este mundo. Recuerdo decir que para la mente debemos tener claridad mental mediante la meditación, bueno, aquí la meditación es fundamental para encontrar nuestra verdadera esencia y fluir más allá de los sentidos que nos rodean; algunos autores, como el Dr. Jacobo Grinberg en su texto el fluir sin el yo nos compartía como niños menores de doce años lograban explorar mundos lejanos mediante la meditación, es como si se teletransportaran, ¿realidad o ficción? No lo puedo saber aún, lo que sí sé es que me he permitido por primera vez explorar todo eso que siempre he querido saber.
En el espíritu aprender a fluir sin el yo es fundamental, nuestro ego es el que controla todo, programando así nuestros hábitos, conductas, memorias y pensamientos, volviéndonos lo que somos hoy, que, si te soy franca, a mí en lo particular, me gustaría cambiar demasiadas cosas, pero que, con el tiempo, regresando al presente, comenzaremos a cambiar. Comento lo anterior porque estos grandes referentes confirman que, para empezar a conectarnos con el Universo mismo, tenemos que ser humildes y dejar nuestro ego de lado, desaprendiendo lo innecesario y reconfigurando nuestra energía.
La energía
La energía para mí es lo mismo que la espiritualidad, si tu energía no vibra bien, tu ser físico no está bien, por ello es crucial que entendamos cómo reconectar con este tercer nivel, pero ¿cómo? En este mundo tan caótico y de gratificación inmediata, nos hemos alienado de lo realmente importante, el ser con Dios, y aunque suene bastante dramático, si no volvemos a conectarnos en este mundo físico, nuestra experiencia en la Tierra no habrá valido la pena. Al final, lo más importante sí es la espiritualidad.
Ser humana es una tarea muy compleja, a mí me ha costado mucho crecer, estos años de avanzar para convertirme en adulta me han costado infinidades, me he negado a seguir por este camino, sufriendo mucho en el proceso, más de lo que me gustaría admitir. Pero, entre todo ese dolor, encontré un texto que siento va muy acorde a este momento; si en algún momento te has negado en crecer y tus experiencias en el proceso solo te han hecho sufrir, es imperativo que leas este semi libro (curso) ya que a mí me alivió mucho el sufrimiento, llevándome a ver la vida de manera diferente.
Echale un vistazo 👇🏼 😮💨
La escuela del amor – la ciencia de la aceptología por Gerardo Schmedling.
¿Y por qué es importante aceptar? Cuando aceptamos lo que nos sucede, dejamos de sufrir y si recuerdas una de las frases más importantes de Buda encontrarás que es el primer paso para acercarnos a nuestra espiritualidad: el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Cuando sufrimos nos alejamos sin saberlo de las lecciones que el Universo quiere que aprendamos para despertarnos, mientras más víctimas somos de nuestras propias vidas, nos dormiremos y al repetir ese proceso, poco a poco vamos condicionando a nuestro ser a vivir más y más inconscientes alejándonos casi para siempre de un despertar.
La mejor decisión que podemos tomar hoy es salir del papel de víctima que hemos construido a nuestro alrededor, derribando esos muros para enfrentar lo que está del otro lado, aceptando así la verdad y soltando eso que no funciona para acercarnos más que nunca al despertar espiritual.
Decreto con todo mi ser que el Universo entre en tu corazón y te llene con todo el amor que mereces, solo así podrás ver lo que significas y vales en esta vida y en la otra. Todo lo bueno, hermoso y real para tu esencia de nuestro ser supremo.
Mucho amor y paz para ti.
Con buena vibra, Karla.