Mi querida viajera consciente, ¿te suena esta frase? «Si lo tuviera, sería feliz» Yo la he repetido INFINIDAD de veces, no te puedes imaginar cuántas. Me avergüenza un poco lo mucho que he manifestado desde la carencia, siempre pensando que algo me faltaba, que algo hacía falta para estar completamente agradecida con la vida que tenía, me duele mucho aceptar lo ingrata que he sido con el Universo (Dios), con todos y cada uno de sus regalos, que vaya, han sido muchos.
Como la vez que me mudé a Chile solo pensando que viajando sería feliz, o cuando obtuve ese trabajo como abogada en una de las mejores empresas de México, o quizá cuando me cambié de look pensando que me sentiría más bonita y que encontraría el amor, o ta vez cuando renuncié a mi trabajo e inicié mi propio camino independiente como escritora e influencer… ¡WOW! nada de eso me hizo feliz realmente, aunque creí que en su momento lo haría.
Ni encontrar a una persona especial, ni viajar a miles de kilómetros lejos de mi país, ni cambiar de profesión, ni renunciar, ni todas las cosas que te pudieras imaginar me daban lo que yo buscaba; nada, todo era tan efímero, tan superficial, yo buscando algo más grande, algo más profundo, algo real, yo estaba buscando sentirme plena, feliz, agradecida; yo estaba buscándome…
Si tan solo pudiera darme un solo consejo sería: 👇🏼
Oh God!!! Eso me acaba de salir del alma, tanto que mis lagrimas están rodando, es increíble lo mucho que desperdiciamos el tiempo buscando eso que nos hará feliz, ese amor que creemos nos completará, ese trabajo que nos promete tanto, ese futuro tan mágico, tan único, tan deseado. Y quiero que algo quede muy claro, no te estoy diciendo que esas «cosas, momento, personas» no te lo den, al contrario, contribuyen, claro que sí, pero porque la felicidad y plenitud ya lo habías encontrado en ti primero.
Últimamente he comprobado que el dinero y reconocimiento se dan por añadidura, ¿a qué te refieres Karla? Bueno, tan solo mira a los grandes deportistas de élite, a los más famosos escritores o Youtubers (Influencers) ¿qué tienen en común? Su mayor éxito son ellos (ellas), lo demás solo se les dio por lo que ya son, no lo persiguieron, ellas y ellos no persiguieron el dinero, fama o reconocimiento, ellos (ellas) persiguieron ser mejores en lo que amaban.
Robin Sharma se enfocó solo en ser uno de los mejores escritores de crecimiento personal de todos los tiempos.
Michael Jordan se enfocó solo en ser el mejor basquetbolista de todos los tiempos.
Michel Jackson se enfocó solo en dar los mejores shows de la historia.
Tonny Robbins se enfocó en él, en transformar su vida por completo para inspirar y demostrar que todo era posible. Cambió su mente y cambió al mundo.
Todas esas personas que admiramos tienen algo en común, ya son, y solo se enfocan en volverse los mejores en lo que aman hacer, nada más. No están buscando qué les hace falta, están buscando cómo ser mejor que ayer, mejor que antier. Y esto que te estoy compartiendo me llevó cinco años entenderlo, es que imagínate, yo solo me enfocaba en lo que NO TENÍA y mi pensamiento (vida, alma y mente) solo era de carencia:
– Si tan solo tuviera mucho dinero, tendría más seguridad en mí y dejaría de sentirme inferior. Le daría lo mejor a mi familia
– Si tan solo fuera más bonita, mi autoestima crecería, caminaría con la cara en alto y dejaría de compararme. Mi vida estaría resuelta.
– Si tan solo hubiera nacido en otro país, la situación no fuese tan difícil.
– Si tan solo tuviera novio, no me sentiría sola nunca más.
– Si tan solo fuera dueña de mi empresa, dejaría de trabajar en esto que tanto odio.
Si tan solo…
Tantas veces me repetía eso, una y otra vez, sin darme cuenta que esas frases las plantaba en mi subconsciente y las hacía creencias fuertes e inconscientes. Pero algo pasó, algo cambió, algo me transformó y fue el hecho de comprobar que cada uno de esos «si tan solo» no me hizo feliz permanentemente. Renuncié a mi trabajo y no sentí esa felicidad prometida, viaje por meses y tampoco me dio esa plenitud, empecé mi negocio y tampoco me sentí tranquila. Nada de esos «si tan solo» me dio lo que yo buscaba: felicidad, amor, plenitud, tranquilidad, emoción; pero, ¿cómo me lo iba a dar si estaba buscando en el lugar incorrecto?
Fue hasta en mi último viaje que encontré muchas de las respuestas que tanto estaba buscando… En los últimos cinco meses logré lo que en cinco años no pude, y es que tuve que salirme por completo de mi egoísmo, ignorancia, soberbia y resistencia, para encontrar poco de lo mucho que seguro me espera. En mi último viaje encontré que la plenitud siempre estuvo en esos momentos que dejaba escapar, en aquellas hojas que no admire, en los pájaros que volaban por encima de mí y las mariposas que me rodeaban, en la naturaleza que me acompañaba en cada paso que daba, en esa risa sincera e inocente de cada niño (niña), en esa sonrisa del anciano que tomaba el café con su esposa o en esa puesta de sol que ignoré porque tenía prisa.
Encontré que el amor siempre estuvo en mi corazón, en mi mente, en mi alma, en cada una de las cosas que me nacía hacer simplemente porque sí, en esos momentos que compartía solo conmigo y de los que solo yo sabré, en esas miradas al espejo admirando lo que soy, en esas canciones que me hacían cantar o esas películas que me hacían llorar, en esos abrazos que nunca le di a mi padre o que simplemente esperaba esa ocasión especial para hacerlo, en esas comidas familiares platicando con la gente que me conoció desde que era una niña, en esos momentos de tristeza que no veía más que obscuridad, en esas prendas o accesorios que solo utilizaría en «días especiales». En todo eso y más, encontré más que amor.
Encontré felicidad en esas hojas cayendo, en esos pasos hacia lo desconocido, en esa amabilidad que doy porque me gustaría recibirla, en esas sonrisas que doy a los desconocidos solo para demostrar que aún hay esperanza de la vida, en esas personas que ayudé en secreto, en hacer las cosas correctas aunque dolieran, en correr por las mañanas sintiendo el aire fresco en mi cara, en estas letras que hoy escribo o en cada uno de mis videos. La felicidad está en todo porque todo está en mí.
Encontré la felicidad, la plenitud y el amor porque todo eso ya soy, lo encontré porque yo me encontré.
Nada de lo que crees que te hará sentir más feliz, más plena, más amada, lo hará realmente, porque eso son solo cosas del exterior, son temporales, se van, se apagan, se mudan, se mueren. Tú eres eso, tú lo creas, tú lo vives, tú lo sientes. Tal vez pienses que estoy mal y está bien, porque yo era como tú, yo pensaba: «lo dice porque esa persona ya lo tiene, porque no está en mis zapatos, porque si estuviera viviendo lo que yo cambiaría de opinión» y sí, puede que sí, pero ¿sabes por qué no lo vas a encontrar? Porque no crees que lo que te digo sea cierto.
No será hasta que tú lo compruebes que vas a comenzar a cuestionarte, no será hasta que te des cuenta que TODO sí comienza en ti, porque eres co-creadora de tu vida, que eso que sueñas comienza en ti, en quién decides convertirte. Yo encontré eso y más porque poco a poco fui cambiándome, fui dejando de ser eso que creía que era y comencé a comportarme como siempre había soñado, dejé de lado mi soberbia y con humildad empecé de nuevo. Dejé de perseguir la felicidad y comencé a ser la felicidad misma, dejé de buscar el amor y empecé a ser amor, dejé de buscar la plenitud y comencé a ser plenitud, ¿analizas lo que lees?
Esa es la clave de todo, ser, no tener, no hacer, SER. Cuando comprendí que «como es afuera, es adentro y como es abajo, es arriba» todo cambió. No puedes dar lo que no tienes, no puedes recibir lo que no das, no puedes tener lo que careces. Las creencias que tienes de ti son solamente el reflejo de lo que en su momento te dijeron que eras, pero que hoy son tu propia elección. Por más de veintisiete años creí una historia de mí, pero me di cuenta que no era lo que yo merecía, quería más y comencé.
Todo eso que estás buscando, ya lo eres, solo está esperando el momento en que decidas dejar de ser tú y te decidas a convertirte en eso que sueñas, porque si está en tu mente, está en tu mundo, te lo dice alguien que encontró eso y más. Las respuestas ya están en tu subconsciente, búscalas.
Inspírate, el viaje real es al interior y después al exterior.
Ya escribí mi futuro y estoy segura que, tarde o temprano, todo esto acomodará lo que en su pasado se pauso.
Agradezco una vez más a la vida por tanto amor, tanto aprendizaje y tanto dolor, porque sin él, nada de esto sería posible.
Estás en el lugar que tienes que estar, con las personas, situaciones y vida.
Nada es casualidad, confía en eso.
Recuerda, no estás sola, este camino lo caminamos juntas, pero cada una buscando sus propias respuestas, ¿de acuerdo?
Sin más por escribir, nos vemos mañana y no olvides ser esa buena vibra que te gustaría encontrar en el mundo.