He leído cientos de libros budistas y todos tienen una frase en común «desapegarse de todo para no sufrir”, y siendo completamente franca contigo sí lo creí, por un tiempo traté de desapegarme de todo, inclusive de mí misma, no quería sentir nada, solo así evitaba sentirme triste cuando algo no resultaba o se terminaba, pero, con cientos de experiencias y maduración comprendí que esa forma de vida no me brindaba plenitud o no la que me prometía, seguí investigando hasta que por fin encontré lo que me dio esa libertad: no es no aferrarse al amor, sino aceptar y soltar cuando termine. Esa frase lo cambió todo.
¿Cuántas veces te aferras a algo o alguien cuando termina? Yo siempre, soy la típica persona que se aferra cuando algo termina, no suelta, quiere que continue igual y no sé si porque soy Tauro, tierra y todas esas cosas astrológicas que son muy populares hoy en día, pero lo que sí es una realidad es que, sufrimos porque no aceptamos lo que está sucedió, es decir, cuando termina una relación sea de amistad, familiar o de pareja, principalmente la última, no queremos que algo cambie, al contrario, tratamos de mantenernos igual, aunque te lastimen, engañen o mientan, pareciera que eso no importa con tal de mantenernos igual.
El dolor de aferrarse a un lugar que no
Somos personas y personas de hábitos, nos resulta más cómodo repetir los mismos patrones, conductas y acciones día tras día, dándonos esa paz y tranquilidad que tanto buscamos, pero a veces esos hábitos simplemente nos hacen daño, nos estancan, nos mantienen presas en algo que no nos hace felices, al contrario, nos hace llorar, nos rompe nuestro corazón. Me sorprende lo que somos capaces de aceptar y tolerar por quedarnos en un lugar que el Universo nos dijo claramente que no pertenecemos; imagínate hacerlo diferente.
No es no aferrarse al amor, sino aceptar y soltar cuando termine; si tan solo nos enseñaran a que las personas, cosas, experiencias y lugares son temporales, quizá todo cambiaría, sabríamos que todo tendrá un final y no sufriríamos cuando eso pase, sino entenderíamos que ya era su momento de transformarse en algo mejor y continuaríamos con lo siguiente, ojo, no estoy diciendo que no sintamos tristeza, enojo, amor o decepción cuando eso pase, sino al contrario, sentirlo pero no quedándonos con la emoción por semanas, meses o años porque recordemos que mantener una emoción negativa por mucho tiempo posteriormente se convierte en nuestro estado del ser, o eso es lo que explica el Dr. Joe Dispeza en Deja de ser tú y yo le creo.
Aprender que cuando ya no es, es porque algo mejor será, y soltar ya no dolería tanto, nos hundiríamos en la emoción de lo que viene atesorando lo que fue, abrazando las lecciones y emociones que nos dejó el pasado, las miradas que disfrutamos con el otro, la música, los lugares, la risa, la emoción, los momentos. Atesoraríamos lo que fue porque nunca se repetirá, pero sí quedará con nosotras para siempre.



¿Cómo soltar lo que ya no es?
Cuando algo termina tendemos a sobre pensar y hacernos cientos de preguntas, muchas veces repetidas, ¿por qué? Es una de las más comunes, y aunque tratemos de darle una o miles de respuestas, la realidad es que ninguna llenará ese vacío que esa persona dejó, sea o no tu decisión, esa persona decidió continuar con su camino y no harás nada para detener su decisión, porque aún decida quedarse un poco más, ya nada será igual, el miedo a perder estará siempre en ti. No es no aferrarse al amor, sino aceptar y soltar cuando termine.
¿Duele dejar ir? Más de lo que crees, saber que esa persona nunca regresará y que continuará con su vida, conocerá nuevas personas, reirá con alguien más, abrazará y querrá otra vez duele, pero duele más retener a alguien que ya desea irse. Sé que deseas con todo tu corazón te quiera de la misma forma en la que tú quieres, que se quede, que te valore y vea como tú lo haces, pero no es posible, nunca lo será y es ahí donde todo cambia para siempre. Aceptar que no es y soltar lo que fue es tu nuevo reto, uno que deberás superar sí o sí, si realmente quieres vivir y transformarte gracias a ello.
Esa es el reto que tanto tú como yo tenemos este año, transformar cada pedazo que se rompió para construir algo mucho mejor, más sano, amoroso y real, construirte como nunca lo has hecho. Después de un corazón roto solo queda avanzar, no seguir esperando un mensaje, una llamada, un perdón, más bien, aferrarse a la idea de mejorar, crecer, cambiar. Transmutar ese pesar y amor en algo mucho más pleno y placentero, tú. Aceptar lo que no será y soltar lo que ya fue es el primer paso que debemos dar si queremos resurgir, porque estoy segura que aún y en pedazos hay algo dentro de ti que busca sentirse bien otra vez y que sabe perfectamente que persona no es la respuesta.
Algo en ti sabe que debe aceptar, soltar y avanzar, algo en mí lo sabe y lo hará para demostrarte que es posible para ti también, porque recuerda, o es no aferrarse al amor, sino aceptar y soltar cuando termine.
Decreto con toda mi fe que el Universo entre en tu corazón y te llene con todo el amor que mereces, solo así podrás ver lo que significas y vales en esta vida y en la otra. Todo lo bueno, hermoso y real para tu esencia de nuestro ser supremo.
Mucho amor y paz para ti.
Con buena vibra, Karla.